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Derivada de la industria de la agricultura, la industria de bebidas y alimentos se divide en su mayor parte en dos segmentos. La producción y la distribución de mercancía de comestibles. En lo que respecta al primero, la producción incluye el procesamiento de carnes y lácteos, la manufactura de bebidas carbonatadas y no carbonatadas (soft drinks), bebidas alcohólicas, alimentos empacados, y otros alimentos modificados. El segmento de distribución tiene que ver con el transporte de productos alimenticios terminados a las manos del consumidor.

La primera esta mucho más enfocada en la tecnología y manipulación mecánica de alimentos crudos para crear un valor agregado en los productos alimenticios. En la segunda se incluyen las compañías que envían alimentos a tiendas que venden al por menor, restaurantes, y los que venden al consumidor final.

Hoy en día, los consumidores buscan en ahorrar el mayor dinero en lo que compran. Una de las maneras en que lo hacen, es comprando productos genéricos o preparando sus propios alimentos para no salir a comprar fuera. Esto ha provocado que las compañías dedicadas a procesar alimentos tengan la necesidad de buscar formas innovadoras de disminuir los costos de sus productos, atraer más clientes e incrementar los márgenes de utilidad.

La obesidad también ha afectado grandemente la industria de bebidas y alimentos. En la actualidad, la demanda por los alimentos y bebidas saludables ha aumentado, lo cual además afecta el etiquetado de los productos. Estas tendencias han hecho que las compañías tengan que lanzar al mercado productos bajos en calorías y cambiar la percepción que tiene el cliente de ellos. Las empresas en esta industria se quieren ver como marcas que promueven el bienestar físico, el deporte y una apariencia saludable.

Hoy por hoy, la este sector busca incrementar sus márgenes de utilidad, y una gran parte de obtenerlo es la reducción de costos de producción y gastos de mano de obra, disminuyendo el mal manejo de materia prima, eficientando su consumo de energía, entre otros factores. Lo que sí está muy claro, es que los alimentos y las bebidas forman una gran parte del ser humano y siempre van a tener cabida en la vida de todas las personas, es por eso que esta industria cuenta con un gran futuro y grandes ventajas. Además, el comportamiento del consumidor lleva a incrementar la competitividad en las empresas manufactureras.